Este agosto marcó el vigésimo aniversario del lanzamiento del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) por el Banco de México (Banxico), y su impacto en la economía mexicana es innegable. Lo que comenzó como un sistema innovador para su época ha evolucionado hasta convertirse en uno de los métodos de pago en tiempo real más eficientes a nivel global, posicionando a México como líder en innovación financiera.
En un mundo donde los pagos digitales son esenciales para el funcionamiento económico moderno, México ha logrado implementar lo que muchas otras naciones apenas están comenzando a explorar. Mientras que Brasil lanzó su sistema Pix en 2020 y Estados Unidos está en proceso de implementar FedNow, México lleva dos décadas mostrando que es posible desarrollar una infraestructura sólida y accesible, incluso en un país con retos económicos y tecnológicos. SPEI no solo ha facilitado transferencias rápidas y seguras para los mexicanos, sino que también ha establecido un estándar admirado por otras economías emergentes.
A diferencia de otros países, donde el uso de los pagos en tiempo real está restringido a ciertas instituciones financieras, en México todas las entidades bancarias participan en el SPEI. Esta inclusión ha sido clave para asegurar que cualquier usuario, sin importar su banco, pueda realizar pagos de manera eficiente, eliminando las barreras que aún persisten en otros lugares.
El éxito del SPEI se refleja en su adopción masiva: seis de cada diez mexicanos usan este sistema. Desde su inicio, millones de transacciones diarias se realizan a través de SPEI, y el número sigue creciendo cada año, demostrando tanto la confianza en el sistema como un cambio cultural hacia la reducción del uso de efectivo, lo que promueve una economía más formal y transparente.
Según cifras oficiales, las transferencias por SPEI crecieron un 38% en 2023, registrando 3,894 millones de operaciones en tiempo real en comparación con los 2,834 millones de 2022. Este crecimiento ha sido constante en los últimos años, aunque el aumento más significativo ocurrió en 2021, durante la pandemia, con un crecimiento del 62% respecto al año anterior.
El SPEI, tras dos décadas de operación, no solo destaca por la capacidad de México para innovar, sino que también sirve como una plataforma para el futuro económico del país. A medida que la digitalización financiera avanza, es crucial continuar promoviendo la inclusión y accesibilidad para todos. México tiene la oportunidad de seguir liderando el camino en esta nueva era de pagos digitales, convirtiéndose en un referente global.
